miércoles, 13 de julio de 2022
Las festividades, que son días de misericordia que fortalecen nuestros lazos de amor y hermandad, son períodos de tiempo distinguidos que Dios Todopoderoso otorgó a los creyentes como fuente de alegría y felicidad. Eid al-Adha, la estación fértil de un signo de fe y devoción, trae alegría y paz a nuestros hogares y misericordia y compasión a nuestro corazón.
El sacrificio es una expresión de obediencia a Allah, el clemente y Misericordioso, y el autosacrificio a Su manera, y es rendirse a Él sin vacilación. Es apartarse de todo mal y volverse hacia el bien y la bondad. Ser fiel a Allah por todas las bendiciones que otorga es acercarse a Él espiritualmente. Al mismo tiempo, sacrificio es un indicador de poder renunciar a las bendiciones mundanas para obtener la aprobación de Allah. Como en todo nuestro culto, la finalidad de nuestros sacrificios es la misma: presentar nuestra servidumbre, respeto y amor a nuestro Dios.
Debemos convertir las fiestas en una oportunidad para aumentar nuestra alegría y reducir nuestra tristeza y dolor en nuestro mundo rodeado de dolor, guerra y lágrimas. En estos días de misericordia, cuando los corazones son restaurados, debemos pedir por el bien de nuestros padres, familiares mayores y vecinos y recibir sus oraciones. Debemos visitar a familiares observando los derechos de parentesco. Las oraciones que recibimos de una persona mayor que necesita ayuda, una madre que ha perdido a un hijo, un huérfano que anhela un padre, una víctima que busca compasión y una persona oprimida que busca misericordia nos ayudarán a obtener la aprobación de Allah, fortalecer nuestro lazos de amor y fraternidad, y fortalecer nuestro poder de unidad-compañerismo, compartir y solidaridad.
Que nuestra festividad sea la causa de la festividad de los demás, y nuestra alegría festiva la felicidad de los demás. Que tengamos la oportunidad de recordarnos, renovar nuestro pacto de hermandad, fortalecer amistades y abandonar rencores y hostilidades. Porque en el mundo en que vivimos, necesitamos más que nunca la bondad, la misericordia y la abundancia que traen a nuestras vidas los valores que nos recuerdan las fiestas.
En esta ocasión, deseo que Eid-al-Adha nos recuerde nuestra responsabilidad hacia nuestro creador y cada ser vivo y sea un hito para una vida que transcurrirá en el camino del bien y la rectitud.
Felicitamos el Eid-al-Adha de nuestra amada nación y de todo el mundo islámico; Ruego a Dios Todopoderoso que estos días de misericordia traigan salud a nuestras almas, paz a nuestros corazones, bendiciones a nuestros hogares y bendiciones a nuestro país y al mundo islámico, y que conduzcan a la guía y la paz de la humanidad.
Prof. Dr. Ali Erbaş
Jefe de Asuntos Religiosos