Mensaje de Ramadán de la Presidencia de Asuntos Religiosos

Mensaje de Ramadán de la Presidencia de Asuntos Religiosos

viernes, 24 de marzo de 2023

"Infinitas alabanzas y gracias sean dadas a nuestro Dios, que una vez más nos ha traído al mes de Ramadán, el clima de la misericordia, las bendiciones y el perdón. Este año recibimos el Ramadán con el corazón triste y dolorido.  Nuestro país se ha visto sacudido por grandes catástrofes. Hemos perdido a decenas de miles de nuestros hermanos y hermanas, nuestras ciudades se han convertido en escombros, nuestros ciudadanos se han quedado sin hogar. Por esta razón, el Ramadán de este año tiene un significado especial. Porque el Ramadán es un mes en el que encontraremos una cura para nuestros problemas y haremos más llevaderas nuestras dificultades. Es una estación primaveral en la que las buenas acciones se multiplican, nuestra alma y nuestro corazón encuentran refrigerio, nuestra hermandad se fortalece y nuestras esperanzas florecen de nuevo.

El Ramadán es un mes de caridad, de compartir y de solidaridad, así como un mes de Corán y de adoración. Este bendito mes, en el que el mundo de nuestro corazón se embellece con las brisas de la misericordia divina y la abundancia con cultos como el ayuno, el iftar, el sahur, el mukabalah, el tarawih, es también una oportunidad para que fortalezcamos nuestra conciencia solidaria y reforcemos nuestros sentimientos de hermandad con nuestro infaq, ofrendas, zakat, fitrah y limosna. Con tal creencia y comprensión, hemos determinado el tema del Ramadán de este año como "Ramadán y Solidaridad". Durante el Ramadán, llevaremos a cabo actividades que harán más fuerte nuestra conciencia solidaria.

Según nuestra creencia, el principal propósito del hombre en la tierra es ser sinceramente fiel al Dios de los mundos y hacer el bien. Alá Todopoderoso, que dice en el Sagrado Corán: "Los creyentes no son más que hermanos", nos ha ordenado que nos aferremos a la cuerda de Alá y nos ayudemos mutuamente en la bondad y la taqwa. El Santo Profeta (la paz sea con él) también nos animó a la solidaridad diciendo: "Mientras una persona ayude a su hermano, Alá seguirá ayudándole". La solidaridad, que es un principio importante e indispensable para garantizar la continuidad de la vida social en unidad y solidaridad, paz y seguridad, es la característica más distintiva de la Ummah islámica. Los musulmanes consideran la solidaridad, la ayuda y el compartir como una exigencia de la fe en Alá, la lealtad al Profeta y la fidelidad a la fe. Por esta razón, la cooperación  y la solidaridad en la bondad han sido el carácter de nuestra amada nación, que mantiene su fe por encima de todo lo demás. La conciencia de la solidaridad, que también incluye conceptos como isar, servicio de comidas, benevolencia, generosidad y altruismo, ha transformado nuestra civilización en una civilización de fundamentos que trabajan por el bien de la humanidad e incluso de todos los seres vivos. Nuestra gloriosa historia está llena de ejemplos cumbres de los valores universales y los principios morales del Islam que han cobrado vida.

Este hecho nos impone la responsabilidad de cumplir el mes de Ramadán y sus valores de la forma más hermosa. En particular, debemos asegurarnos de que los jóvenes y los niños experimenten al máximo la atmósfera espiritual del Ramadán; debemos asegurarnos de que sientan las bendiciones del sahur, el sabor del ayuno y la alegría del iftar, y de que respiren el clima de paz de nuestras mezquitas durante las oraciones del tiempo, los tarawihs y las mukabalas. Debemos hacerles partícipes de las bendiciones de compartir, cooperar y ser solidarios. Debemos hacerles testigos de la belleza del culto realizado en común, del entusiasmo de experimentar la misma emoción y de la paz de encontrarse en las mismas emociones. En este punto, todos, especialmente los mayores de la familia, tienen importantes responsabilidades para animarles, apoyarles y ayudarles a acumular dulces recuerdos del Ramadán en sus mentes y corazones.

Por otra parte, nuestra nación prefiere dar el zakat durante el Ramadán para beneficiarse más de sus bendiciones y virtudes. En este contexto, las necesidades de nuestros hermanos y hermanas afectados por las catástrofes y especialmente la cuestión de si se puede dar el zakat para la construcción de viviendas permanentes son objeto de intensas preguntas por parte de nuestro pueblo.

Nuestro Consejo Supremo de Asuntos Religiosos emitió una declaración el 8 de febrero de 2023 sobre "la entrega del zakat a las víctimas de terremotos" y el 15 de febrero de 2023 sobre "la construcción de refugios para las víctimas de catástrofes con el dinero del zakat". Por lo tanto, las víctimas de catástrofes que necesiten refugio debido a terremotos, inundaciones y razones similares y que estén en condiciones de recibir el zakat pueden ser alojadas con el dinero del zakat que se les entregará en propiedad. Conviene entregar el dinero del zakat a las cuentas especiales de zakat abiertas por AFAD, que está autorizada y es responsable de organizar la ayuda para satisfacer las necesidades de las víctimas de terremotos, para la construcción de viviendas permanentes para las víctimas de terremotos que tienen derecho a recibir el zakat, en el marco de las declaraciones publicadas anteriormente por nuestro Consejo.

El zakat también puede destinarse a proporcionar alimentos y bienes de primera necesidad a las víctimas del terremoto.

Por otra parte, según nuestra religión, la responsabilidad de la solidaridad no consiste sólo en el zakat. Es una exigencia de nuestra fe tender la mano a los necesitados y curar sus heridas con infaq y donativos distintos del zakat.

Esperamos que los cultos que realizaremos durante el Ramadán, cuando la misericordia divina desciende a raudales sobre la tierra, traigan tranquilidad a nuestras almas, gracia a nuestros corazones y discernimiento a nuestros corazones y mentes. Pedimos a nuestro Dios Todopoderoso que haga que esta bendita estación propicie la paz y la salvación de nuestras familias, de nuestro país, del mundo islámico y de toda la humanidad."

 

PRESIDENCIA DE ASUNTOS RELIGIOSOS