lunes, 18 de marzo de 2024
El Jefe de Asuntos Religiosos Prof. Dr. Ali Erbaş, declaró: "Como musulmanes, debemos desarrollar un fuerte sentido de la solidaridad y alzar juntos nuestras voces contra la injusticia y la opresión. Como miembros de la misma fe y civilización, estamos obligados a fortalecer nuestra unidad y fraternidad entre nosotros."
El jefe de Asuntos Religiosos Prof. Dr. Ali Erbaş, se reunió con los embajadores de los países islámicos en Ankara en el programa iftar.
En su intervención en el programa organizado por la Presidencia de Asuntos Religiosos en Ankara, el Presidente Erbaş agradeció a los embajadores su asistencia a la invitación.
El Jefe Erbaş, que deseó que el mes de Ramadán sirva para la bondad, la belleza, la abundancia y la salvación en todo el mundo, especialmente en tierras islámicas, declaró: "Desgraciadamente, entramos en el mes de Ramadán con profundas heridas en el corazón causadas por el sufrimiento en Palestina. Jerusalén, la antigua ciudad de la humanidad, el darussalam, el hogar de la paz, está hoy más triste que nunca. Masjid al-Aqsa, el santuario de Miraj, nuestra primera qibla, está más abandonado que nunca".
Tras señalar que Gaza, convertida desde hace años en una prisión al aire libre, vive ante los ojos del mundo una atrocidad sin precedentes, el jefe Erbaş afirmó que los asesinos sionistas, que no reconocen ninguna norma ni principio moral, llevan meses cometiendo un genocidio en Gaza.
"Los acontecimientos de Gaza han revelado claramente la disfuncionalidad de las estructuras internacionales en su forma actual"
El jefe Erbaş afirmó que la ley, la moral, la conciencia y todos los valores humanos han quedado bajo los escombros en Gaza y subrayó que el sionismo, que se alimenta de una creencia distorsionada, una ideología pervertida y una política sucia, se ha convertido en la mayor amenaza para la humanidad en la actualidad.
Señalando que es muy necesaria una nueva iniciativa internacional para eliminar esta amenaza, el Jefe Erbaş dijo: "El mundo necesita una nueva construcción del derecho y la moral. Porque lo ocurrido hoy en Gaza ha revelado claramente la disfuncionalidad de las estructuras internacionales en su forma actual. Una vez más, condeno enérgicamente a todos los autores y partidarios de esta situación que avergüenza a la humanidad."
Tras señalar que la responsabilidad de poner fin a la persecución y a las tragedias en las geografías islámicas recae principalmente sobre los hombros de los musulmanes, el Jefe Erbaş afirmó: "La salvación de Gaza, Jerusalén, Turkestán Oriental y de los oprimidos y víctimas en distintas partes del mundo depende de la unidad de los musulmanes, de su solidaridad y de su solidaridad en el bien, y de su acción unida contra el mal. Esto se debe a que los enemigos del Islam se ven alentados por el aspecto disgregado y disperso de los musulmanes. Espero que el mes de Ramadán sea decisivo para un nuevo despertar y resurrección en este sentido."
"En nuestra creencia y civilización, la raza de las lágrimas no importa"
El Jefe Erbaş afirmó que hoy en día la humanidad se enfrenta a problemas gigantescos a escala global. "Mientras una parte del mundo vive una vida próspera, la otra lamentablemente lucha contra el hambre, la pobreza y la hambruna. Gritos de dolor y lágrimas surgen de muchas partes del mundo. Asistimos a un período en el que las contradicciones, las discordancias y las incoherencias rodean a las personas, las sociedades y los Estados."
El Jefe Erbaş dijo: "En nuestra creencia y civilización, la raza de las lágrimas no importa" y continuó su discurso de la siguiente manera:
"La religión y las creencias de los oprimidos y las víctimas no se deben tener en cuenta. No se tiene en cuenta el color de la piel de quienes padecen hambre y pobreza. No se cuestiona el idioma de los gritos que sacuden al trono. No importa a qué religión y creencia pertenezca una persona, las lágrimas siempre fluyen igual. Da igual que los gritos desgarradores provengan de musulmanes o no musulmanes, de piel amarilla o negra, de orientales u occidentales, de Gaza o Ucrania, todos son el dolor del mismo corazón, el sufrimiento del mismo corazón".
"Como musulmanes, debemos elevar juntos nuestras voces contra la injusticia y la opresión"
Afirmando que en la civilización islámica, los seres humanos son santos y dignos de respeto porque son seres humanos, el Jefe Erbaş subrayó que el Islam, que considera sagrado para todos el derecho a la vida, considera que ser instrumento para la supervivencia de un ser humano es tan importante y valioso como la supervivencia de toda la humanidad y dijo: "Frente a todos estos sufrimientos y tragedias, debemos hacer oír la voz de nuestra fe y civilización a toda la humanidad. Como musulmanes, debemos desarrollar un fuerte sentido de la solidaridad y elevar juntos nuestras voces frente a la injusticia y la opresión. Como miembros de una misma fe y civilización, estamos obligados a reforzar nuestra unidad y fraternidad entre nosotros."
Recordando el versículo "Los creyentes no son más que hermanos", el Jefe Erbaş dijo: "Tenemos que escuchar este edicto divino. Tenemos que prestar atención a la advertencia de nuestro Dios: 'Obedeced a Alá y a Su Mensajero, no caigáis unos contra otros, entonces os debilitaréis y perderéis la victoria'". Es un hecho que nosotros, como musulmanes, siempre hemos sido objeto de la historia cuando actuamos con esta conciencia y cumplimos los requisitos de nuestra hermandad de la mejor manera. Cuando perdemos esta conciencia y sensibilidad, por desgracia, hemos sido objeto de dominación, invasión y ocupación por parte de quienes tienen ambiciones y objetivos sobre nuestra geografía."
"Debemos llevar nuestras relaciones al nivel más fuerte en todos los ámbitos"
Haciendo hincapié en la necesidad de unirnos en torno al ideal de construir un futuro mejor viendo todas nuestras diferencias como una riqueza y de caminar juntos hacia metas y objetivos mayores, el jefe Erbaş afirmó
"Debemos llevar nuestras relaciones al nivel más fuerte en todos los ámbitos. Creo que cuando utilicemos nuestra fuerza y potencial, se abrirán las puertas de la paz, la justicia, la tranquilidad, la prosperidad y una vida digna no sólo para la geografía islámica, sino también para toda la humanidad". Como Presidencia de Asuntos Religiosos, siempre nos complace trabajar en cooperación con las misiones de los países amigos y hermanos en este sentido. Concedemos gran importancia a la consulta, la cooperación y el intercambio de experiencias entre nosotros y creemos que esto es de vital importancia para nuestro futuro."